Desde la Federación Industrial Panaderil de la provincia de Buenos Aires aseguraron que las panaderías atraviesan una situación de crisis y que no pueden trasladar los múltiples aumentos en los servicios al pan, porque corren el riesgo que los clientes dejen de comprar.
La Federación Industrial Panaderil de la provincia de Buenos Aires emitió un duro comunicado en el que expusieron su preocupación ante la crisis que atraviesa el sector a causa del aumento de los costos de producción y la necesidad de contar, de manera “urgente”, con una mesa de diálogo nacional y provincial con el Gobierno.
Según señalaron, “las tarifas de los servicios públicos han repercutido ampliamente en la formación de nuestros costos, impidiendo que podamos trasmitir el precio del pan, pues de seguir subiendo el mismo, corremos literalmente el riesgo de que nuestros clientes lo dejen de comprar y debamos cerrar nuestras persianas”.
Además indicaron que “si las tarifas desestabilizaron los costos, la suba de la harina de un 100% en lo que va del año terminó por arrasar la economía de las miles de panaderías de nuestra provincia y país”.
En este sentido, los empresarios del sector advirtieron que de no poder continuar con el nivel de ventas deberán “reducir mano de obra”, además de asegurar que muchos establecimientos comenzaron a tornarse “clandestinos”, evitando así la presión fiscal e impositiva que implica la instalación de un comercio.
Para evitar que esto ocurra, destacaron la necesidad de “frenar la suba de las tarifas”, “regular el mercado interno de la harina garantizando un abastecimiento a precios locales”, “eliminar el IVA del pan, declarándolo alimento de primera necesidad” y “declarar a la industria panadera en situación de crisis: moratoria para el pago del 931 y el levantamiento de los embargos de las cuentas bancarias para poder seguir trabajando”.
El gremio cerró el comunicado exigiendo, para no perder “miles de fuentes de trabajo”, una mesa de diálogo “urgente”, a nivel nacional y provincial, con el Gobierno.